

Veinte años del primer 'sí, quiero' entre homosexuales en Cantabria
Sin barreras ·
Ángel García relata cómo vivió junto a su difunto marido, Manuel Aparicio, ser la primera pareja gay en contraer matrimonio en la regiónEl 3 de julio de 2005 fue una fecha que cambió la vida de muchas personas en España, incluida la de la pareja formada por ... Ángel García y Manuel Aparicio, protagonistas del primer matrimonio igualitario en Cantabria. Ese día se aprobó la ley estatal que modificó el Código Civil para permitir los matrimonios entre personas del mismo sexo. En la región se han celebrado un total de 647 enlaces (341 entre hombres y 306 entre mujeres), según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) recopilados hasta el año 2023.
A pocos días de cumplirse dos décadas de su aprobación, Ángel rememora para El Diario Montañés lo que supuso ese hito para ellos dos, y lo hace él solo, tras la pérdida de su marido en 2015. Pasando páginas del álbum de su boda, Ángel explica cómo lucharon por legalizar su matrimonio antes de que llegase el cambio en el Código Civil. «En 2003, a través de nuestro abogado, presentamos una petición de matrimonio en el juzgado de Santander. Nosotros solos, sin apoyo de ningún político ni de ninguna asociación. Lógicamente lo denegaron, pero casi llevamos al Gobierno hasta el Supremo», recuerda con orgullo. «Con el revuelo que se creó en los medios de comunicación, yo ya me quedé liberado, la palabra maricón se me quitó de la mente, ya me daba igual lo que la gente pensase».
Ángel, de Santander, y Manuel, de Reinosa, se conocieron el 14 de febrero de 1978. «Recuerdo que estábamos en una discoteca celebrando los carnavales, nos conocimos y desde entonces no nos separamos nunca. Trabajábamos juntos, vivíamos juntos. Como decía un amigo mío, parece que habéis tenido una relación de 80 años», confiesa. Ante la inminente aprobación de la ley que permitía el matrimonio igualitario, tenían claro que se casarían inmediatamente. «Yo siempre he dicho que hemos sido los primeros en casarnos en España, porque hubo mucha gente que hizo trucos. Pero legalmente, con todo lo que pedía la ley, todo el papeleo y los permisos, tengo claro que fuimos nosotros», puntualiza. El 23 de septiembre de 2005 celebraron lo que supuso un «sueño» para ellos. «Pasamos el día anterior y posterior al enlace, que se llevó a cabo en el Ayuntamiento de Santander, en el Hotel Real. La celebración la hicimos en el Casino».
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Antes de la boda no faltaron voluntarios dentro de la Corporación municipal para oficiarla, aunque la elegida finalmente sería la concejala más joven del Ayuntamiento, como así solicitaron los novios. Casualidades del destino, era Eugenia Gómez de Diego, la actual delegada del Gobierno, sobre la que recayó ese cometido. Gómez de Diego recuerda ese momento y destaca la «ilusión» que le hizo oficiar esa ceremonia. «Éramos todos un poco conscientes del momento histórico, también por el activismo político, era joven y llevaba militando pocos años en las Juventudes Socialistas», subraya. «Era la legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, que tomó muchas decisiones importantes a nivel social. Ese día me hizo sentir orgullo de pertenencia al partido».
Una relación de amistad, la de Ángel y la política, que han cultivado y mantenido con el paso de los años. «Siempre tengo a Eugenia en mi mente, es una persona encantadora», relata Ángel, que participará este próximo jueves en un acto solemne e institucional de la Delegación para conmemorar la entrada en vigor de la ley del matrimonio igualitario.
Si hay un momento durante la conversación en el que se le saltan las lágrimas a Ángel, es pensar en lo especial que habría sido conmemorar este aniversario con Manuel. «Después de casarnos, al año me detectaron un cáncer y, cuatro años más tarde, fue a Manuel al que se lo diagnosticaron», lamenta. Pese a todo, tiene muy claro que los dos lucharon por un bien común: ser libres.
Ángel destaca que no es partidario del orgullo gay. «Yo siempre he tenido una idea en mi cabeza, yo quiero normalidad. El orgullo gay es cuando vivía Franco, pero ahora ya tenemos libertades. Yo quiero ser como todo el mundo, he vivido así siempre, antes de haberme casado», apostilla. «He luchado toda la vida porque el matrimonio sea legal y tengamos la vida igual que un heterosexual».
También revela el «dolor» que ha sentido durante todos éstos años porque «ninguna asociación ni nadie» se ha preocupado de nada. «Tenían que estar orgullosos de que dos personas ayudaran a que la ley saliera adelante». Ángel rememora la lucha de la pareja contra el Obispado, los políticos... «Le llegamos a escribir una carta al rey Felipe VI, porque se casó un año antes que nosotros, y nos respondieron, pero lógicamente no sirvió de nada».
Ángel, padre de tres hijos, solamente pide a los más jóvenes que «sigan luchando, que esto no está terminado». «La gente que viene por detrás tiene que tener más libertades». Ante la pregunta de cómo les gustaría ser recordados, Ángel lo tiene claro: «Hemos sido un emblema para gente que quiere hacer lo mismo que nosotros hicimos».
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