El nuevo decreto de autocaravanas flexibilizará los campings y creará áreas de servicio públicas

Una de las principales novedades del nuevo decreto es la creación de áreas de estacionamiento de titularidad pública en lugares de especial interés turístico. Estos espacios deben contar con suministro de agua potable y evacuación de aguas residuales, y sus usuarios no pueden permanecer en ellos más de dos días seguidos.

Hasta ahora, en Cantabria, la ley solo permite la gestión privada en fincas particulares de zonas para que estos vehículos puedan acampar. Con la nueva norma, el Gobierno regional, no los ayuntamientos, podrán abrir nuevas áreas de gestión exclusivamente autonómica.

¿Dónde se instalarán estas áreas públicas para autocaravanas? Donde quiera el consejero de Turismo de turno. Según la disposición adicional segunda del documento, las podrán crear en «aquellos espacios naturales, urbanos, deportivos, culturales o de ocio que, debido a su extraordinaria singularidad, valor como atractivo turístico y demanda de visitas que generan, constituyen recursos estratégicos para el conjunto de la oferta turística de Cantabria». Es decir, desde el Parque de la Naturaleza de Cabárceno hasta el Parque Natural de Liencres pasando por cualquier punto de la geografía regional. Pero serán temporales, porque el consejero de Turismo podrá mover, quitar o crear nuevas estaciones cuando quiera, según el decreto.

Ecologistas en Acción presentó una alegación para limitar esos espacios, tanto en los parques naturales como en las zonas protegidas del POL, pero el decreto abre la mano a situarlas en cualquier lugar que considere el consejero de interés turístico.

En estas áreas especiales las autocaravanas podrán acampar, pero seguirán pudiendo aparcar en cualquier lugar de la vía pública, como cualquier otro vehículo. El decreto hace oídos sordos a numerosas quejas vecinales y de las agrupaciones de campings, sobre todo durante las épocas vacacionales, cuando este tipo de vehículos se multiplican en Cantabria y ocupan muchas plazas en pueblos y ciudad, como Somo, Liencres, Santander, Noja o Laredo, complicando aún más los estacionamientos de los residentes.

De hecho, la Asociación de Empresarios de Campings de Cantabria presentó una alegación para que la pernocta en una autocaravana fuese considerado acampada ilegal, pero el Gobierno no lo ha admitido y el decreto no lo recoge así. Solo se considera acampada cuando abre ventanas y saca toldos, mesas y sillas; utiliza patas estabilizadoras, o vierte residuos ala vía.

El nuevo decreto también suprime el límite máximo de plazas para autocaravanas en esas estaciones. Actualmente, no puede haber más de 30 plazas en cada una. Esa frontera se eliminará y la capacidad vendrá marcada por el número de estacionamientos de la parcela, sean los que sean. «Existe la necesidad de aumentar la capacidad de estas instalaciones para dar respuesta a las necesidades turísticas y también para evitar la presencia irregular de estos vehículos en lugares no habilitados para ello», lo justifica la Consejería de Turismo en el documento.

Los campings son los otros protagonistas de la normativa que ayer salió a información pública. La Consejería de Turismo ha decidido flexibilizar sus condiciones y dar mayor libertad para organizar y gestionar las instalaciones. Por ejemplo, se suprimirán la sala de curas, la custodia de valores, los ordenadores y la obligación de contar con supermercados. Además, los campings ya no tendrán la obligación de ofrecer atención médica, primeros auxilios y servicio telefónico. El nuevo decreto también permitirá ocupar hasta el 100% de la superficie de acampada con mobil-home y bungalós permanentes, lo que antes estaba más restringido. «La actividad campista muestra una tendencia a la reducción en la utilización de las tiendas de campaña (...) debe ser el propio empresario el que decida el modelo de campamento de turismo que desea», señala Turismo en el documento.

Cuándo estará vigente el decreto todavía es un misterio. Ahora comienza el plazo de alegaciones de la información pública, y el Consejo de Estado aún debe pronunciarse. Si lo tramite de urgencia puede tardar quince días. Si no lo hace, puede llevar varias semanas el trámite. El consejero Luis Martínez Abad confía en que esté activo este verano, pero sin certeza. En cualquier caso, el Gobierno tiene ahora prisa en aprobarlo para «favorecer un turismo itinerante compatible con el desarrollo sostenible, preservar el medio ambiente y mejorar el bienestar de las poblaciones locales, y mejorar la imagen que proyectan los campings de Cantabria al exterior».

Lo que tardará todavía más es el decreto que regula los pisos turísticos, una norma que el Gobierno ha sido incapaz de sacar adelante durante estos dos años pese a los compromisos por hacerlo. La Consejería ha aprendido la lección y ya no se compromete a dar una fecha. En el mejor de los casos, entrará en vigor con la temporada alta ya empezada. Y teniendo en cuenta el necesario periodo de adaptación, sus efectos no se verán hasta verano de 2026. Se incumplirá así el acuerdo al que llegaron PP y PRC para aprobar el Presupuesto de este año. Los regionalistas exigían que estuviera publicado el 1 de julio, el próximo martes.