
María de los Santos García Felguera
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María de los Santos García Felguera
'La cámara y el pincel. Más de un siglo iluminando fotografías a mano' es el título de la conferencia que la historiadora del arte ... María de los Santos García Felguera (Villamanrique. Ciudad Real-1953) impartió en el Centro de Documentación de la Imagen de Santander (CDIS) en el marco de la muestra 'Iluminadas. Fotografía coloreada en la colección de José Antonio Torcida'. Profesora universitaria y comisaria en distintas exposiciones, sus principales líneas de investigación son la fotografía del siglo XIX, la relación entre la fotografía y la pintura y las fotógrafas españolas desde los años cuarenta del siglo XIX a la primera mitad del XX.
-¿Qué relación hay entre la cámara y el pincel?
-Hubo un gran relación porque el público al principio se sorprendió de que las fotografías no fuera en color. La fotografía tenía dos inconvenientes, uno era que no captaba el movimiento y la otra que no reproducía el color. Esto hizo que desde el principio los fotógrafos intentasen resolver esos dos problemas, el del movimiento se resolvió antes, mientras que para el del color hubo que esperar hasta mediados del siglo XX.
-¿Cómo se afrontó ese inconveniente?
-Como no podían conseguir el color por medios mecánicos lo que se hizo fue aplicarlo a mano sobre todo tipo de fotografías, desde las primeras que estaban hechas sobre una placa de cobre cubierta de plata, los darregotipos y las que se aplicaba color, generalmente en polvo y luego ya, cuando las fotos se hacían en papel, en los años 40, se coloreaban con pinceles y en distinta técnicas desde acuarelas, óleos o pasteles.
-La fotografía es un arte, ¿las que están coloreadas podrían considerarse como un doble arte?
-No sé bien como contestar porque en unos casos el color suma y en otros resta. Al final todo dependía de la persona que coloreaba. Si tenía buena mano para la pintura le daba un plus que incluso apelaba a los sentidos, pero si no era hábil, algo que pasaba con mucha frecuencia, restaba.
-¿Esos artistas eran conocidos?
-Ha habido grandes pintores que se han dedicado a colorear como Sorolla que antes de ser el gran pintor que todos conocemos trabajó en el estudio de fotografía del padre de un amigo suyo, Antonio García. También Mariano Fortuny fue iluminador y bueno, muchos otros grandes pintores.
-Pronto hará 200 años de la aparición de la fotografía. ¿Cuáles han sido los principales cambios que ha vivido?
-En algunas cosas ha cambiado mucho porque ha dejado de ser algo material que se hacía a mano poniendo en juego muchos elementos a ser algo que no está en ninguna parte. Está en la nube. Desde otro punto de vista también podemos decir que no ha cambiado tanto porque nació como documento y hoy lo sigue siendo y quiso ser un arte y hoy en día lo es.
-La aparición de la fotografía, ¿cambió el mundo?
-No sabría decirte. Sí es cierto que antes no todo el mundo podía tener en sus manos su propia imagen o la de las personas que consideraban importantes con todo lo que eso conlleva. La fotografía también ha puesto delante de los ojos de la gente las cosas que sucedían y que no se veían. Las pinturas relacionadas con la guerra, por ejemplo, eran algo exaltatorio, mientras que las fotos, aunque se tardó algún tiempo, mostraron por fin el horror de los campos de batalla. Así que lo que creo es que fotos como las de los campos de concentración nazis, o las de la bomba atómica, lo que han hecho ha sido cambiar la conciencia de las personas y que eso ha podido cambiar el mundo.
-¿Qué le llevó a enfocar la historia del arte a la fotografía?
-Cuando trabajaba con el cuadro 'La batalla de Tetuán' de Fortuny, descubrí que el artista nunca lo acabó porque no se consideraba capaz de mostrar el horror de la guerra en una pintura. Eso coincide cuando en España se empiezan a hacer las primeras fotos de guerra. Así que por un lado teníamos las primeras imágenes de un campo de batalla y por otro, la imposibilidad de un pintor de representarla en un cuadro. Y eso me pareció muy interesante.
-También ha estudiado a las mujeres fotógrafas de los siglos XIX y XX. ¿Están tan invisibilizadas como en el resto del arte?
-Como en otras facetas del arte y como en todo el mundo. Sabemos, porque ya las hemos estudiado, que las mujeres estuvieron en la fotografía desde el principio. En 1843 ya había en España una mujer, Madama Fritz, recorriendo el país y en diligencia y también Portugal haciendo darregotipos. De ahí en adelante ha habido muchas y con sus propios estudios como Sabina Muchart o Eulalia de Abaitua que no era profesional pero un gran aficionada y un referente. Afortunadamente en los últimos años hay una serie de investigadoras que está rescatando a todas estas.
-¿Que le parece la labor que hace el CDIS?
-Lo conozco bien y es admirable. Conozco a Manuela Alonso, a todo el equipo y la gran ayuda que prestan a los investigadores así como sus exposiciones. Es un centro modélico que muchas ciudades podrían mirar.
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